y ni tan seguidos, entre uno y otro hay 1 año y diez meses de diferencia...
Cuando Cristóbal llegó, para Gabriel no fue nada fácil, durante el embarazo, cada vez que queríamos hablar con él del tema se daba media vuelta y tema terminado... no había manera de que nos escuchara... así que las dos noches que pasé en la clínica antes que me dieran de alta, Gabriel no quiso tomar leche, no dormía bien y a pesar de estar con la abuela y la tía, se angustiaba si el papá no estaba con él,
Cuando Cristóbal y yo llegamos a casa comenzó la batalla diaria con él, si bien era cariñoso con el hermano, le daba besos y le hacía caricias por un lado, por el otro no desperdiciaba oportunidad para meterle el dedo al ojo, a la oreja, arañarle la mejilla, y una vez hasta le mordió la mano, claro... que nunca se lo hizo fuerte fuerte... pero si lo suficiente para que Cristóbal tuviera casi siempre un arañon o dos en la cara...
Nosotros al principio intentabamos explicarle que no podía hacer eso, luego, como no dejaba de hacerlo, empezamos a castigarlo, posteriormente casi no dejábamos que se acercara al hermano, y finalmente... a nuestro regreso de Perú ya los tres solos en casa, yo opté por dejarlo acercarse al hermano pero siempre con un ojo encima, siempre temiendo que le haga daño...
Poco a poco Gabriel terminó aceptando y queriendo al hermano... ya han pasado casi seis meses y hoy en día las cosas han cambiado mucho...
Cuando cristóbal llora, Gabriel es el primero en correr a ver qué le pasa, incluso a veces corre estirando el brazo a manera de impedirme pasar delante de él porque quiere llegar primero, se echa a su lado cuando Cristóbal está en su tapis, le agarra la mano, le hace cosquillas, le agarra el pie... (el pobre Cristóbal ya está aburrido de tanto cariño) le da besos, lo quiere cargar, le da sus juguetes...entre otras cosas...
Una de las cosas que más me sorprende es que al parecer los dos se comunican, si!! a veces Gabriel está en la bañera y Cristóbal y yo estamos en el baño cuidandolo, (no vaya a ser que nos inunde la casa) y gabriel empieza como a hablar con su hermano y reírse a carcajadas, entonces Cristóbal le conesta y se ríe a la vez, y así pasan unos minutos... incluso han habido veces que lo hacen cuando yo no estoy cerca, y si me acerco, los dos dejan de "conversar"...
Gabriel se despierta y luego de despedir a su papá lo primero que hace es ir a ver a su hermano, lo despierta... (un pesado!!!) para "jugar", le enseña sus libros... a veces se pasa de solícito, hace poco Cristóbal lloraba, yo estaba en la cocina y Gabriel subió un minuto antes que yo, cuando llegué encontré un vaso de agua desparramado en la cuna de Cristóbal, (menos mal que no había tanta agua) la cama toda mojada!! y Gabriel contento de haberle dado "agua" a su hermano para que deje de llorar...
Hoy vemos a nuestros hijos y pensamos que en poco más de un año jugarán juntos, serán cómplices... y crecerán siendo amigos... y entonces no importa lo complicado que a veces puede ser tener dos niños (logísticamente hablando...)
Mientras escribo esto, tengo a lado a mis dos hijos, los dos riendo a carcajadas... :o)